¿Qué hacer con guantes y mascarillas?

El uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos y la recomendación de utilizar guantes desechables está complicando el manejo de los residuos en los que se disponen estos elementos una vez utilizados y genera una nueva fuente de contaminación.

Tanto las mascarillas higiénicas como las quirúrgicas tienen una vida corta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cambiarlas tan pronto como estén húmedas, sucias o deterioradas, y no reutilizarlas.

También los guantes (ya sean de látex, nitrilo, goma o plástico) han de cambiarse a menudo, ya que no hacerlo a menudo resulta más contraproducente que llevar las manos desnudas.

¿Cómo debemos deshacernos de ellos?

Todos estos artículos efímeros son necesarios para protegernos del coronavirus y deben utilizarse siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias. Lamentablemente, no están hechos de materiales biodegradables y no pueden entrar a formar parte del círculo de reciclaje. Por ello, hay que extremar las precauciones al deshacerse de ellos y seguir los siguientes pasos:

  • Separar guantes, mascarillas y material de protección del resto de residuos y meterlos en una bolsa de plástico aislada.
  • Introducir esta primera bolsa en otra, que funcionará como una segunda capa protectora y que estará, a su vez, separada del resto de la basura.
  • Mientras permanezca dentro del hogar, este recipiente deberá mantenerse cerrado, preferentemente en un cubo con tapa.
  • Una vez llena, habrá que depositar la bolsa con bolsas de mascarillas y guantes en el contenedor de residuos domésticos, donde también irán a parar los geles y las toallitas desinfectantes.
  • En el caso de que el material de protección haya sido utilizado por una persona enferma por coronavirus, deberá depositarse en un cubo o papelera aparte dentro de su habitación y, en vez de dos bolsas, utilizar tres. En ambos casos, siempre hay que lavarse bien las manos después de manipular los residuos.

Nunca en el suelo ni mezclados con otros materiales

Aunque depende de la temperatura y de las condiciones ambientales, los científicos estiman que el coronavirus puede permanecer alrededor de siete días en una mascarilla. También afirman que su presencia dura más en el plástico que en otros materiales. Si no se reciclan bien estos artículos protectores, los agentes patógenos pueden propagarse y afectar a otras personas, además de generar un gran impacto en espacios naturales. Por ello, conviene recordar que no se deben arrojar en la calle ni en la naturaleza, tampoco depositarlos en ninguno de los contenedores destinados a otros materiales.

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