Uno de los cambios más significativos experimentados a nivel social por el encierro en cuarenta es la gran cantidad de tiempo que hemos estado en compañía de la pareja, lo que dista de la rutina que por años sosteníamos en que los tiempos en que compartíamos eran breves. Con el paso de los días, el estar en permanente contacto genera mayores niveles de tensión, ansiedad y fragilidad emocional propios de la actual situación; ahora si bien el momento es complejo, también nos brinda la oportunidad de poder acoger al otro integrante de la pareja, desde la comprensión que no estamos viviendo tiempos “normales”, lo que favorecerá que no amplifiquemos las reacciones o conductas de la otra persona como un ataque o dirigidas especialmente hacia uno, sino que están condicionadas por factores anexos a la relación. Adicionalmente es importante recordar que seguramente en muchas ocasiones tuvimos tolerancia, paciencia y espacios de contención hacia personas que tal vez no tenían un mayor vínculo con nosotros, por tanto, es válido que en este tiempo podamos brindar esa oportunidad a la pareja.
De cualquier crisis podemos obtener aprendizajes y mejoras, en el caso de la actual convivencia con la pareja, también lo podemos hacer, con lo que estaremos generando cimientos más fuertes y estables para el futuro.
Algunas sugerencias para fomentar lo señalado son:
La convivencia de la pareja posterior al período de cuarentena también será un espacio de crecimiento y será el resultado de los esfuerzos que ambas personas efectuaron por hacer ajustes para tener una relación más consolidada. Es muy importante reforzar el concepto que no han sido tiempos normales para ninguno, por tanto, para efectos de sanidad al interior de la relación, los conceptos de tolerancia y paciencia son muy relevantes.
Transcurrido el tiempo podremos dimensionar las fortalezas y oportunidades de mejora que este periodo de mayor convivencia nos ofreció, ya que de cualquier situación de crisis obtenemos aprendizajes significativos y en el caso de las relaciones de pareja no son la excepción.
*El texto está considerado para relaciones en las que no existe violencia o agresiones físicas o psicológicas, ya que en esos casos la manera de abordar legal y socialmente es muy diferente.
Realizado por Pamela Galaz S.
Psicóloga Reg. Ministerio Salud 302295
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